Este zoológico presentado por los amigos de tercer grado turno tarde del colegio La Salle San Martín es muy especial,dado que todos sus integrantes son MUY FAMOSOS!!!

8 sept 2011

Otro "Personaje de película"...Por: MORENA TRESOLDI

Dumbo es el cuarto largometraje animado de Walt Disney Pictures. Basado en el libro para niños homónimo de Helen Aberson e ilustrado por Harold Perl, Dumbo fue producido por Walt Disney y estrenado el 23 de octubre de 1941 por RKO Radio Pictures.
El personaje principal es Jumbo Jr., un elefante antropomórfico que es cruelmente apodado como Dumbo (en inglés, dumb significa tanto «mudo» como, despectivamente, «tonto»). Es ridiculizado por sus grandísimas orejas, aunque descubre que puede volar usándolas como alas. Su único amigo es el ratón Timoteo, parodiando el estereotipado terror de los elefantes hacia los roedores. Dumbo fue un ejercicio deliberado de simplicidad y economía para el estudio Disney.


                                                        Elefante
Los elefantes o elefántidos (Elephantidae) son una familia de mamíferos placentarios del orden Proboscidea. Antiguamente se clasificaban, junto con otros animales de piel gruesa, en el orden, ahora inválido, de los paquidermos (Pachydermata). Existen hoy en día tres especies y diversas subespecies. Entre los géneros extintos destaca Mammuthus que incluía los mamuts.
Los elefantes son los animales terrestres más grandes que existen actualmente.[1] El periodo de gestación es de 22 meses, el más largo en cualquier animal terrestre. El peso al nacer usualmente es 120 kg. Normalmente viven de 50 a 70 años, pero registros antiguos documentan edades máximas de 82 años.[2] El elefante más grande hasta ahora fue muerto en Angola en 1956 y pesó alrededor de 11.000 kg,[3] a los hombros de 3,96 m, un metro más alto que el elefante africano promedio.[4] El elefante más pequeño, de alrededor del tamaño de una cría o un cerdo grande, es una especie prehistórica que existió en la isla de Creta, el Elephas creticus, durante el Pleistoceno.[5]
Con un cerebro de 5 kg, el cerebro del elefante es el más grande de los animales terrestres. Se le atribuyen una gran variedad de comportamientos asociados a la inteligencia como el duelo, altruismo, adopción, juego, uso de herramientas,[6] compasión y autorreconocimiento.[7] Los elefantes pueden estar a la par con otras especies inteligentes como los cetáceos[8] y algunos primates.[9] Las áreas más grandes en su cerebro están encargadas de la audición, el gusto y la movilidad.

 

 Géneros actuales

Los elefantes actuales se clasifican en dos género distintos, Loxodonta (elefantes africanos) y Elephas (elefantes asiáticos), pertenecientes a dos tribus distintas, que incluyen las siguientes especies y subespecies:[10]
  • Elefantes africanos (
  • Elefantes asiáticos (Elephas)
El elefante de Borneo (Elephas maximus borneensis) y el elefante de Malasia (Elephas maximus hirsutus) son clasificados actualmente como Elephas maximus indicus.[10]

 Características y comportamiento

Presentan una prolongación nasal muy desarrollada, denominada probóscide (comúnmente conocida como trompa), que gracias a su desarrollada musculatura les permiten utilizarla a modo de mano para agarrar objetos y comida. Los elefantes también poseen colmillos, grandes dientes que salen de su mandíbula superior. Los colmillos de elefante son una gran fuente de marfil, pero debido a la creciente rareza de los elefantes, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales. Los colmillos del elefante pueden pesar hasta 120 kg y tener hasta 3 m de longitud, aunque lo normal es que midan menos de 1 metro. Estos colmillos no son dientes caninos, sino incisivos extremadamente largos y el marfil es la dentina que los forma.
Otra de las características principales de los elefantes es que poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático). La principal función de estas orejas es la termorregulación del animal. Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que en animales de ese volumen sería difícil conseguir por otros medios.
Vista comparativa con el ser humano (1860).
Se alimentan casi exclusivamente de hierbas, cortezas de árboles y algunos arbustos, de los que pueden llegar a ingerir 200 kilogramos en un día. Son los mamíferos terrestres más grandes en la actualidad, en orden a su talla y peso. Un macho adulto africano puede llegar a pesar 7.500 kg, aunque el récord conocido es de 11.000 kg.[3] Viven generalmente hasta los 60-70 años (en ocasiones superan los 70 años) aproximadamente.[11] La población del elefante se ha triplicado en los últimos seis años[cita requerida]. No se conoce exactamente un récord de edad para un elefante en libertad, se estima que en muy raras ocasiones han podido superar los 90 años de edad. En cautiverio el récord lo tiene el famosísimo elefante asiático Lin Wang, que sirvió para las "Fuerzas Chinas Expedicionarias" en la Segunda Guerra Sino-Japonesa además de participar en otras misiones militares y "conocer" a los altos cargos del ejercito chino, como Sun Li-jen. Falleció con 86 años de edad en 2003.
El elefante produce una variada gama de sonidos, con los cuales expresa diversas emociones. El más conocido es el barrito, que hace cuando está asustado. También utiliza infrasonidos, lo cual le permite comunicarse con individuos situados a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos, de frecuencias de hasta tan sólo cinco hertzios, se transmiten, además de por el aire, a través del terreno, pudiendo ser detectados mediante las patas antes de llegar al oído del animal, al ser la velocidad de propagación del sonido mayor en el suelo que en el aire. Este desfase en la recepción del sonido podría servir al elefante para estimar la distancia a la que se encuentra su congénere.
Es el mamífero con el tiempo de gestación más largo, 22 meses, y pesa 115 kg al nacer.
La piel presenta delgados pliegues que, entrecruzándose, le dan un aspecto reticulado. El pelaje está representado por unos pocos pelos aislados y esparcidos por el cuerpo, algo más espesos alrededor de los ojos, en los labios, en la mandíbula inferior, en el mentón y en la parte posterior del dorso; por su parte el extremo de la cola ostenta un delgado plumero en forma de pincel.
Les gusta estar en manadas. Se revuelcan en el lodo para evitar las picaduras de mosquitos.

 Realidades y mitos

Elephant near ndutu.jpg
En general suele relacionarse al elefante con la buena memoria, y estudios realizados por la Universidad de Sussex en Kenia, dirigidos por la doctora Karen McComb, parecen confirmarlo. Estudiando las comunicaciones entre elefantes del Parque Nacional Amboseli, en Kenia, los investigadores llegaron a la conclusión de que estos animales eran capaces de reconocer la llamada de más de cien individuos diferentes[cita requerida]. Al parecer, estos sonidos, similares a un gruñido agudo, pueden servir para identificar a los demás individuos y formar parte de una red social relativamente compleja.
Otros estudios, dirigidos también por Karen McComb, confirmaron la capacidad de los elefantes de reconocer los restos de cadáveres de su misma especie, prestando especial atención a los correspondientes a miembros de su manada, que al parecer distinguen por su olor. Cuando se encuentran con estos restos parecen rendirles un particular homenaje póstumo, tocándolos con sus trompas y pezuñas. Sin embargo, ante huesos de otras especies su indiferencia es total.
Mucha gente piensa que los elefantes tienen miedo a los ratones. En realidad, lo que ocurre es que los elefantes tienen una mala visión: sus ojos están a los lados de la cabeza, lo que hace que no puedan distinguir con claridad cualquier cosa pequeña que se mueva delante de ellos. Esto hace que no soporten las sorpresas o los movimientos bruscos y cuando se acerca un ratón se ponen nerviosos y un poco agresivos.
Se cree que existen "cementerios de elefantes", ya que se han encontrado restos de elefantes en una misma zona, muy cerca uno de otro, lo cual es un mito. Lo que sí ocurre es que antes de morir, los elefantes por instinto, buscan el agua, por lo que muchos mueren cerca de ella y próximos unos de otros.
Recientemente (julio de 2006) estudios realizados por S. Colbert revelaron que el número de elefantes africanos se ha incrementado en los últimos 10 años, producto de campañas de conservación y la disposición de los gobiernos. Aunque algunos cuestionan la validez de los estudios de Colbert existen estudios similares que confirman sus observaciones. Investigaciones sobre los hábitos alimenticios, migraciones, sugieren que esto puede ser debido a calentamiento global y su influencia en el ambiente africano así como la extinción de algunos depredadores naturales

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